FIJI, LA OTRA CARA DEL PARAÍSO

Por 26/12/2012 BLOG, FIJI

Después de valorar nuestra visita a Fiji, debido al paso del Ciclón Evan pocos días antes, decidimos visitar este país para poder aportar nuestro granito de arena después del desastre. La verdad es que la experiencia no la olvidaremos en nuestra vida…

Cuando llegamos a Nadi, que es la isla principal de Fiji, nos alojamos con un Couchsurfing. A pesar que nos comentan que los Fijianos, son personas muy amables y te pueden dar alojamiento muy fácilmente, preferimos probar con este sistema con una couchsurfer con un buen historial de comentarios buenos.

Él nos esperaba en el aeropuerto y nos llevó a su casa en bus. Su hogar que compartía con su familia, era una humilde casa sin ningún lujo. Dormimos, comimos e hicimos vida en el suelo, pero no había ningún servicio (luz, gas e internet) debido al reciente paso del Ciclón Evan.

Tras pasar la tarde y noche con dos couchsurfers más con los que compartimos alojamiento, nos fuimos a dormir.

Comiendo con Save y una turca
Comiendo en casa de nuestro huésped con una couchsurfer de Turquía.

A la mañana siguiente nuestro anfitrión nos preparó una excursión que nunca olvidaremos. Él comentó en inglés la noche anterior que iríamos por la mañana a visitar a un primo suyo en las montañas y que iríamos con un «truck», no sé si es que no lo entendimos muy bien en inglés, pero yo pensé, esta palabra quiere decir una camioneta, ¿no?

Pues no, cuando nos vienen a recoger, se nos planta un camión de estos que parecía de la segunda guerra mundial llenos de Fijianos gritando cómo locos en la parte de atrás, y es aquí dónde subimos. Lo bueno, es que éramos muchos y nos fuimos a un pequeño poblado apartado entre los caminos y que incluso tenían que talar ramas de árbol ya que el camión no podía ni pasar.

Llegamos a un poblado totalmente desolado por el ciclón y resulta que empiezan a cargar cosas al camión y al final nos damos cuenta que sin darnos cuenta estamos en una mudanza fijiana de una familia que había perdido su casa por el ciclón. Cargaron muebles, uralitas, trastos…todo cabe en un camión y más gente aún. Vamos, que cuando nos fuimos hacia nuestro destino no cabía un alfiler.

Cargando la casa después ciclón
Cargando el camión con los trastos del traslado.

Lo que más nos sorprendió y que no sabíamos es que cada trayecto era más de 5 horas en un camión incómodo y sin poder moverte, pero fue una de las experiencias más divertidas y auténticas de nuestra vida.

De traslado
Media casa entró en el camión.

En cada poblado parábamos a comprar algo de comida o cogían mangos de frutales al lado de la carretera, mientras todos reían, bailaban, se hacían fotos contínuamente y lo pasaban genial.

De ruta en el camión
La gente que nos acompañó nos hizo pasar un trayecto inolvidable. ¡Son todos geniales!

Me encantó esa felicidad que transmitían los fijianos, que se paraba cada vez que por la carretera descubrían los efectos del famoso ciclón, que dejaba algún escenario de destrucción.

Cuando llegamos, nos dejaron en un pequeño poblado con tres o cuatro barracas totalmente apartadas del mundo en medio del bosque. Aquí sí que no hay nada de nada, ni luz, ni agua, ni gas…ni nada, un punto de vida muy pobre, pero se les veía muy felices.

Niños en su casa
Niños en su casa en el poblado.

Después de estar con la familia, nos invitaron a jugar a boley…sí, boley!!!

Todo el pueblo estaba jugando a boley en una gran cancha al lado del río: mayores, pequeños, mujeres….todos! Y que buenos que eran jugando!!!

Todos insistieron que jugáramos. Yo no tengo ni idea, pero finalmente me animé. Al principio no pegaba ni una, pero cuando empezé a atinar un poco, ¡todo el pueblo coreaba mi nombre!

Jugando a voley
Yo jugando al voley, en la foto parezco muy profesional, pero no tenía ni idea.

Fue realmente una situación surrealista que pocas veces pasa en la vida.

Niños en poblado
Niños jugando con su juguete. Son increíbles.

Después de varias horas con este pequeño poblado y hacer unas risas con los niños (todo el mundo habla inglés), nos marchamos para volver en un largo trayecto de cinco horas más que nos situaba en la cama de madrugada.

 

Para ver más fotos, las podéis ver a la derecha de este post.

4 Comentarios

  • Mª Rosa dice:

    Es una bona experiencia, i molt enriquidora, ! I tu jugant al boley! Quina pasada….

  • DAVID P&M dice:

    Realment, en el moment i amb tantes hores al camió estàs pensant tota l´estona: que faig jo aquí?
    Peró un cop ho penses ara, creiem va ser una de les millors experiéncies del viatge.
    Molts petons i gràcies per comentar.

  • Susana dice:

    Mare Meva!!! quina cara de felicitat que teniu!!! Esteu a la gloria!!! tot i veure les desgracies de alguns pobles.
    Ens alegrem i tambe us donem les gracies per fer-nos viatjar amb vosaltres amb aquestes fotos tan puntuals.
    I aixi podem imaginar molt d’aprop els llocs on esteu…
    Petonassoossss!!!

  • DAVID P&M dice:

    Moltes gràcies per seguir-nos i que us agradin! Molts petons!

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