Después de haber visitado este lugar, puedo llegar a entender porqué es una de las 7 maravillas del mundo moderno. Era otro de mis destinos preferidos y cumplió con su propósito.
A pesar de haber llegado temprano (antes de las 6 h) para hacer «la foto de rigor desde arriba», pero tuvimos el problema de que había una densa niebla que no nos dejaba ver las misteriosas ruinas. Pasó más de una hora y seguía todo igual, así que desistí y fuimos a buscar un guía para poder hacer el recorrido. Tengo que admitir que es una de las mejores cosas que puedes hacer en Machu Picchu, ya que no es lo mismo fotografiar piedras, que te cuenten todo lo que ocurrió en este lugar tan especial.