Esta población con un enorme cangrejo en la entrada, es nuestro primer destino en Tailandia. No tiene playas interesantes, pero si te alquilas una moto o un tuc-tuc puedes llegar a unas playas de postal a pocos kilómetros, bañarte en aguas termales naturales o subir a un templo que está en lo alto de una cima, esto es Krabi.
Cruzamos la frontera por tierra desde Malasia. El problema es que por tierra, sólo te dan 15 días de visado y por aire 30, una tontería que nos hará cambiar nuestra ruta para salir antes del país.
Cangrejo de Krabi.
Para llegar a Krabi tuvimos que hacerlo en mini-van (y que poco me gusta este tipo de transporte). Con la experiencia de Machu Picchu, ya quedé escarmentado. Esta vez no fue menos, y nos tocó un piloto suicida, que adelantaba en curvas, en contínua y cómo un loco. Hasta que al final (una vez más) le tuve que llamar la atención y después iba tan lento que se dormía, no sé si es peor el remedio que la enfermedad. Finalmente llegamos a Krabi de noche a nuestro hostel.
Decidimos de tomárnoslo con calma y descansar unos días. No tuvimos opción, ya que era fin de año chino en pocos días y estaba todo lleno, y los precios se habían hasta triplicado por todo lo que hicieras. Esto nos limitó mucho nuestra estancia y no dejó que hiciéramos tantas excursiones cómo hubiéramos querido.
Finalmente alquilamos una moto y fuimos a visitar una playa llamada AO NANG, que es la típica playa de postal con los típicos barquitos tailandeses. La playa está muy guapa, pero creo que hay demasiados turistas, y pensaba que sería algo más salvaje. La verdad es que detrás de esta playa hay una ciudad llena de tiendas y agencias con turistas paseando de un lado a otro sin parar.
Hermosa playa de Ao Nang.
Estuvimos un par de horas tomando el sol (o la sombra mejor) y luego fuimos a un restaurante tailandés a disfrutar de su comida riquísima.
Posteriormente nos dirigimos al otro lado de la isla, a un parque nacional que nos habían aconsejado. Hay unas piscinas naturales termales. Debes pagar para entrar, pero ya que has hecho más de 40 km, no tienes más remedio. Allí te encuentras unas piscinas naturales en roca, con un agua hirviendo a más de 40ºC. La verdad es que con el calor que hace, el agua caliente para un ratito va bien, pero luego es más bien molesta. Finalmente puedes bajar a un lago que hay en la parte inferior y bañarte con agua fría que es más apetecible.
Hot water streams, son unas piscinas naturales de agua caliente.
Uno de los lugares más interesantes en Krabi y que puedes ver desde cualquier punto es un templo que hay encima de una empinada montaña. Nos aconsejaron de ver la puesta de sol allí, pero llegamos tarde y no queríamos conducir de noche con la moto. Prorrogamos la visita hasta primera hora de la mañana y no situamos bien temprano en Krabi Tiger Temple Cave. En la parte inferior tiene varios edificios, algunos de ellos integrados dentro de cuevas. Llegamos a la hora del desayuno donde todos los monjes estaban comiendo en ese momento. Decidimos subir a la cima, no sin antes recibir la visita de varios monos que al avistarnos nos vinieron a saludar a ver si les dábamos algo de desayuno. Son 1237 escalones de vértigo, algunos tan altos que debes impulsarte. Hay algunos momentos que hasta te pueden producir vértigo. Se tiene que admitir que resulta bastante cansado subir a esta colina, afortunadamente era temprano y no hacía mucho calor. La recompensa fue gratificante, ya que después de 45 minutos subiendo escaleras nos encontramos una plataforma con varias figuras que aún no entiendo cómo las han construido. Un budha de más de 5 metros…¿cómo lo han conseguido construir?¿cómo han podido subir todo el material por estas escaleras? Es sorprendente. Las vistas desde esa montaña son impresionantes, el esfuerzo vale la pena.
Rezando a la hora del desayuno.
Mono persiguiendo a un gato por las escaleras.
Subiendo las 1237 empinadas escaleras.
Vista desde el templo en lo alto de la cima. Impresionante como han construido esto.
Por la noche cabe destacar el mercado nocturno. Varias paraditas que instalan cuando el sol se está poniendo y que puedes disfrutrar de comida típica tailandesa, aunque los precios son similares a los restaurantes. También puedes comprar fruta o pescado, o incluso puedes comer un crepe de Nutella.
Mercado nocturno en Krabi.
Negociando precios.
Mujer con el pollo muerto.
Realmente, Krabi es una población de paso. La gente no se queda muchos días ya que no tiene nada para visitar. Si quieres hacer cosas tienes que tener algún medio de transporte. Pero al haber turistas de paso rápido, puede ser cómoda y más barata que en las preciosas playas donde todo es carísimo.
Recordad que podéis ver más fotos a la derecha de este post.