Después de salir de nuestro oasis budista en Bir, nos dirigimos a otra población más turística, y no por ello menos importante, Mcleod Ganj, fundada en 1850 cuando fue ocupado por el ejército inglés es actualmente donde reside actualmente el Dalái Lama. Es un lugar muy tranquilo, pero se respira la tensión de la represión contra los Tibetanos…
Es un pequeño pueblo donde puedes hacer cursos de meditación, tibetano, cocina…y disfrutar de comida tanto india o Tibetana cómo occidental a buen precio. Una vez más, nos quedamos más de lo previsto, así que seguro que os va a encantar.
Tienen hasta un Hard Rock Café, pero un poco a lo indio, ¿no?
Los momos, es el plato más típico Tibetano. Son un tipo de empanadas hervidas con verduras o queso en su interior.
Mcleod Ganj, es una pequeña población al norte de la india. Está muy cercana a Dharamsala, que quizás es la ciudad un poco más conocida, pero no hay mucho por ver allí.
Al estar en las montañas a unos 1700 m.s.n.m., el clima es perfecto en épocas de calor, aunque en invierno dicen que hace mucho frío. En 1905 hubo un fuerte terremoto que mató casi 20.000 personas, ya que esta ciudad está situada en una importante zona sísmica.
La gente en esta población es encantadora, salvo los pesados de turno que te quieren vender algo.
Carteles de libertad en todas partes acompañan este lugar. La tensión está latente.
Lo curioso de este lugar, es que quien viene aquí, acaba tirándose más tiempo del previsto, ya que es una ciudad muy cómoda para vivir, y al ser turística te sentirás muy bien y lejos de la salvaje India. Conocemos a muchas personas que venían de vacaciones y se quedaron a vivir desde hace varios meses. La verdad es que tienes todo tipo de servicios destinados para extranjeros y es todo muy fácil. Recuerda que al ser Tibetano es todo vegetariano (mayoritariamente), pero la poca carne que venden, se te quitan las ganas al ver la «carnicería».
Esta es la típica carnicería sin protección contra moscas, ¿entendéis porque somos vegetarianos en india?
La población está llena de cafés con una calidad muy óptima, pero cara por ser india.
Actualmente esta ciudad es muy famosa ya que reside el décimo cuarto Dalái Lama, Tenzin Gyatso, que actualmente está en el exilio. Por ello, aquí viven la gran mayoría de los refugiados Tibetanos.
En el valle puedes encontrar más de 50 monasterios donde se alojan cerca de 2000 monjes. El templo más importante y de visita obligada, precisamente es el templo de Dalái Lama, llamado Tsuglagkhang Temple. En la entrada hay una gran pancarta con todas las personas que han sacrificado su vida por un Tibet libre. El templo, tiene una sala con un buda y un Museo Tibetano que cuenta el sufrimiento del pueblo Tibetano con la represión del gobierno Chino. Hay referencias y fotografías del futuro Dalái Lama, un niño que fue raptado por China y que sigue desaparecido hace años, para evitar que llegue nunca a gobernar. De hecho, el Gobierno Chino, quiere proponer el nuevo Dalái Lama, para tenerlo todo controlado.
Los fieles ofrecen donaciones de comida a diario en el templo de Dalái Lama llamado «Tsuglagkhang»
Niño rodando las ruedas de plegaria, con el mantra «om mani padme hum»
Museo del Tíbet, donde cuenta toda la represión que ha tenido que sufrir los Tibetanos.
Figura que muestra la rábia, ira y sufrimiento de la población Tibetana.
Amplia lista de víctimas que se han auto-inmolado (quemado) como queja por la represión.
En este lugar no te aburrirás. Desde cursos de todo tipo a buen precio (Mireia hizo un curso de cocina India que dará sus frutos a la vuelta a casa), voluntariados y hasta poder hacer trekkings a una cascada, ciertos templos o a lo alto de montañas. También puedes visitar andando los pueblos hippies cercanos Bahgsu y Dharamkot, que son unos peculiares lugares muy hippies ubicados en la montaña, con una gran comunidad israelí que viene aquí a vivir después de cumplir su servicio militar.
La oferta de actividades de todo tipo es masiva, no te aburrirás.
Mireia haciendo un curso de comida india donde aprendió a hacer Chicken Curry y otros platos típicos deliciosos.
En el poblado de Bhagsu, cabe destacar un colorido templo dedicado a Shiva, que es un auténtico pasaje del terror muy divertido. Entre la colorida arquitectura llena de figuras religiosas, tienes que entrar en la boca de un león para adentrarte en sus entrañas, una cueva artificial llena de figuras y con aspecto de cueva. Un templo muy diferente.
Figura en el templo de Bhagsu, muy colorido.
Entrada al pasaje del terror en el templo de Bhagsu.
Es un lugar perfecto para cortarte el pelo, hacerte un masaje o ir de compras, hay decenas de tiendas y paraditas para encontrar artesanía y ropa, y mucha de ella con apoyo a la comunidad Tibetana. También puedes ir a varios lugares de medicina Tibetana que te hacen un chequeo y te pueden solucionar problemas con medicina natural, o si vas al centro de astronomía, te pueden hacer una carta astral que dicen que lo aciertan todo, eso sí, deberás esperar más de un año a que te llegue a casa.
Te puedes cortar el pelo por menos de un euro (lo digo por experiencia propia).
Encontrarás decenas de tiendas con infinidad de ropa para comprar a buen precio.
Baños públicos con su vigilante más aburrido que una ostra.
En las tiendas, se cosen ellos mismos la prendas de ropa.
Una de las cosas que más me ha impresionado en india, es el hecho de que las mujeres trabajen trabajos forzados. Aún no comprendo la finalidad, pero he llegado a la deducción que cuando hay mujeres, siempre están acompañadas de sus hijos y la familia entera, por ello, creo que es que están construyendo el hogar familiar la familia entera. A pesar de ello, encuentro que es un trabajo demasiado duro para una mujer.
Mujer trabajando en una obra.
Para terminar, quiero hacer mención una vez más a los animales de india. Perros, monos y vacas que se pasean por todas las partes libremente (menos mal que los indios son vegetarianos), brindan buenas imágenes.
Vaca que no me dejaba pasar para ir a un templo ¿será la vaca guardiana?
Perrito que me encontraba a diario delante de nuestro guesthouse.
Mono colgado inspeccionando uno de los pocos contenedores del pueblo que lo tienen totalmente desvalijado.
Definitivamente, Mcleod ganj, es un plácido lugar para hacer una pausa si estás cansado de la India pura y dura. Si tienes tiempo, te aconsejamos que te quedes sin prisas, y quizás te sorprendas de lo fácil que es vivir una temporada en este interesante lugar.
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De cierta manera eso de la represión, que sufren estos pobres Tibetanos,
me suena en parte muy cercana y en Democracia.
Es lo que tiene cuando no dan la libertad que el pueblo pide! y además se merece.
Un fuerte besito.
Hemos visto todo tipo de represiones a lo largo del viaje. Esta es una de las más duras, ya que hace muchos años que existe y la pobre gente Nepalí no puede hacer nada al respecto.
Es una lástima tal y cómo tú dices que en la actualidad puedan haber privaciones de libertad de este tipo e incluso encubiertas cómo en el país en que vivimos.
Gracias por el comentario y un beso.
Hola es común que la mujeres en Índia se dediquen a trabajos duros que tradicionalmente en nuestra sociedad, atribuimos al género masculino. Las mujeres de castas bajas en Índia trabajan en obras, carreteras asfaltando, etc. Hace nada que hemos pasado por McLeod y a nosotros no nos ha gustado mucho, la verdad. Saludos!
Hola, Úrsula i Marc, justamente en McLeod vimos mujeres trabajando en obras. Comentan que eran para sus propias casas y que no era su actividad normal, sólo ayudaban a su familia a construir su casa. De todos modos, la mujer debe adoptar unos papeles muy complicados en este país.
Gracias por vuestro comentario.
Un saludo.