Este pequeño pueblo está situado en las montañas Malasias. Está rodeado de grandes plantaciones de té y fresas que lo hacen un atractivo turístico. Descubre todos sus colores y gustos durante nuestra visita.
Con más de 43.000 habitantes, este lugar vive de la exportación y venta de té y fresas a diferentes partes del mundo. Básicamente todo el turismo que acoge esta ciudad es por el fresco clima que tiene (que es de agradecer, ya que en Malasia hace mucho calor) y por el mercado de fresas y té.
Precioso paisaje de los campos de té.
Haciendo recogida del té.
Uno de las más interesantes actividades a hacer es ir al Mossy Forest, que es un bosque en lo alto de la montaña que está cubierto de musgo. En lo alto de este parque lleno de plataformas, aún están los mismos árboles de hace siglos. Eso sí, siempre hay niebla y tardamos más de 2 horas por la carretera en pendiente. Durante este trayecto pudimos disfrutar de los campos de té y sus preciosas formas y colores.
Punto más alto del Mossy Forest, siempre hay mucha niebla.
La bajada fue mucho más amena, ya que un hombre nos ofreció bajar en su vagoneta. Fue muy curioso que de pronto paró al cruzarse con otro coche cerca de un cruce y estuvieron los dos haciéndose fotos y sin decirse nada durante casi media hora. Luego nos contó que era una discusión de tráfico, en que el más aguanta, gana y el que saca primero el coche del camino (presionado por el resto de gente que hace cola), pierde. Al dejarnos en el pueblo, vimos que el chico iba un poco borracho, pero finalmente llegamos sanos y salvos.
Curiosa discusión de tráfico en que no hablaban, sólo se hacían fotos. Gana el más cabezón.
Si te gustan las fresas, está toda la ciudad y los alrededores llenos de plantaciones e hibernaderos de esta gustosa fruta, donde puedes probarla y comprarla.
Nos gustó mucho este tranquilo pueblo, con un clima perfecto (durante el día hacía un poco de calor y a la noche fresco) y descubrimos un par de restaurantes Índios económicos y muy buenos que disfrutamos mucho.
Comiendo en un restaurante indio, delicioso.
Realmente nos hubiera gustado mucho disfrutar más días de este pueblo después del stress de KL.
Disculpad la calidad de las fotos, tuvimos un problema con nuestra cámara y son hechas con la cámara pequeña. Por cierto, recordad que podéis ver más fotos a la derecha de este post.