Después de pasar una noche en el autobús desde la gran ciudad de México DF, llegamos a Oaxaca (aunque se pronúncia con «j»: ´oajáca»). Está ubicado al Sur del país y residen más de 16 grupos étnicos, algunos de ellos considerados indígenas aún.
Oaxaca, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, por su belleza y armonía de su arquitectura, la riqueza de sus tradiciones culturales y la extensa variedad de su comida típica.
Ésta és una región con más de 570 municipios, a pesar que nosotros sólo estuvimos en la ciudad de Oaxaca, y tuvimos bastante ya que para mí, es una de las mejores y más bonitas ciudades que he visitado en México.
Su arquitectura, las calles límpias y muy bien iluminadas con colores y que cuidan hasta el último detalle, me sorprendieron. Cada vez que paseábamos, creía que estaba en un escenario de una película. La gran mayoría de las casas tienen un gran patio en su interior (parecidos a los de Andalucía) con una fuente y lleno de hamacas para poder relajarte.
Me sorprendió mucho el hecho de encontrar a cada momento una fiesta, concierto o algún entretenimiento en la calle y de forma gratuita. Desde un concierto de Mariachis, concursos de baile para gente mayor, clases de aeróbic para todo el mundo en plena calle o una boda con gigantes, dónde te ofrecían Tequila a todos los que mirábamos. Les encanta pasarlo bien a todos.
La zona del centro és la más concurrida, dónde a todas hora encuentras gente sentada en las plazas, comiendo, hablando, reposando, durmiendo….todo el mundo hace mucha vida en la calle, cosa que envidio de mi ciudad o zona donde vivimos. Los mercados son muy variados y puedes encontrar muchas cosas típicas, entre ellas los «chapulines» que son grillos fritos con chile, limón y sal. Comí unos cuantos y tienen un gusto fuerte algo picante, pero son muy crujientes.
Referente al alojamiento puedes encontrar varias opciones, desde hostales económicos muy decentes hasta preciosos hoteles casi de lujo con arquitectura muy peculiar con su gran patio en el interior.
El clima es fresco ya que está muy alto, a 1550 m del nivel del mar, así que es un clima muy agradable para viajar para no tener que aguantar la calor infernal de según que lugares.
En definitiva, creemos que Oaxaca es una población que merece unos días para ser visitado. ¡Es muy recomendable!
Podéis ver más fotos a la derecha de este post.