PHONM PENH, LA CIUDAD DE LAS CARTAS

Por 27/02/2013 BLOG, CAMBOYA

Una ciudad con una controvertida historia, tiene todos los elementos imprescindibles para una ciudad asiática: un tráfico de locos, muchos templos, muchos mercados y lugares para comer, pero lo más curioso es que encuentras cartas por todas partes. ¿Quieres saber porqué?
Con un nombre que es prácticamente imposible de escribir bien, Phonm Penh, es la capital de Camboya. Con más de 1.500.000 de habitantes, es la ciudad más poblada del país. Es una ciudad enorme que no la llegué a cruzar en moto en más de 45 minutos con un tráfico tan denso y peligroso que si viniera un Policía Municipal, se pondría tan nervioso que tendría un ataque de corazón en poco tiempo.

Antiguo hotel.
El tráfico en la ciudad es un auténtico caos controlado.

La verdad es que es todo un espectáculo ver cómo los motoristas desafían todas las leyes de la gravedad. Si tengo que llevar algo, lo llevo. Y así es. He visto hasta 6 componentes de una familia entera en una sola moto y tan tranquilos. Motos cargando carros, herramientas o arrastrando hasta otras motos. Es una auténtica locura. Sólo invertir media hora en una calle transitada, te sientas en un banco y no paras de reírte, y sobretodo viendo la gente vestida con pijama y pantuflas para ir en moto. No tiene desperdicio.

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Menudos zapatos de seguridad para la moto.

Toda la familia en moto.
La familia al completo sobre ruedas, y esto es de lo más normal. He visto hasta 6 componentes en una misma moto.

La ciudad está llena de mercados de todo tipo. Cabe destacar el mercado llamado «Russian Market» donde puedes encontrar cosas falsas de grandes marcas. Zapatillas Salomon o North Face por 25 US$, anoraks, zapatillas de deporte y ropa, mucha ropa a precios que podrás regatear (no siempre es fácil, ya que no quieren).

Busco zapatillas.
Buscando zapatillas, te puedes volver loco. Eso sí, a buenos precios, pero calidad dudosa.

Otra cosa que me llamó la atención fue la cantidad de monjes budistas que se pasean por la ciudad todo el día. Van de puerta en puerta pidiendo ofrendas y a cambio hacen oración con el donante. Todos los monjes visten igual, con su túnica naranja y un paraguas conjuntado. Van siempre descalzos por toda la ciudad.

Monjes paseando.
Monjes paseando por la ciudad descalzos.

Para desplazarte por la ciudad tendrás que moverte en Tuk-tuk o moto-taxi. Eso sí, te cansarás de decir que no a todos los pesados tuk-tukeros que no paran de solicitar servicio. Personalmente un día fui en moto-taxi para cruzar la ciudad y es toda una odisea mezclarte con este tipo de tráfico que nadie respeta nada pero que se complementan todos tan bien. Llegué a la conclusión que no hay casi accidentes, porque hay tanto tráfico que no pueden ir rápidos, y por ello no les da tiempo a chocar.

En tuk-tuk en contra dirección
En Tuk-tuk en dirección prohibida, no apto para cardíacos.

Si quieres puedes visitar templos, hay una zona llamada «El Palacio Real» donde hay decenas de templos. La entrada es de 5 US$ y los horarios son limitados, ya que lo combinan con las oraciones de los locales. Por la noche es un espectáculo, ver los edificios iluminados. Hay uno que lo puedes visitar gratuitamente y es precioso.

Templo de noche.
Espectacular templo de noche en la zona de «El Palacio Real»

Al lado de esta zona está el río Mekong, un amplio río con agua muy sucia, que bordea parte de la ciudad.

Río Mekong
Grandioso río Mekong.

Una cosa curiosa que he encontrado en la ciudad, es que está llena de cartas por todas partes. Al principio, no le di importancia, pero encuentras cartas de la baraja por todas partes. Eso finalmente me llamó la atención y es debido a que los locales acostumbran a hacer partidas de juegos en la calle. Uno de los más solicitados es el juego de cartas, pero cuidado, porque dicen que es una tapadera de la mafia, y que enganchan a muchos turistas que pueden acabar mal. O sea, que si viajáis a esta zona y os proponen entrar en partidas para ganar dinero, no hagáis ni caso y escapad.

Cómo ya he comentado en la introducción, esta ciudad esconde un oscuro pasado del que nadie quiere hablar. Es de uno de los peores genocidios de la historia de la humanidad. El régimen maoísta de los Jemeres Rojos, que entre 1975 y 1979, asesinaron a una cuarta parte de la población. Muchos de los asesinos siguen en vida aún, impunes y paseando por la ciudad cómo si nada. Es un tema tabú del que nadie quiere hablar.

Cambio de guardia.
Cambio de guardia en el Palacio Real.

Dedicaré un post especial al tema de este genocídio, ya que creo que todo el mundo debería saber lo que ocurrió aquí.
Podéis verlo aquí

Para ver más fotos de esta curiosa ciudad, las podréis ver a la derecha de este post.

2 Comentarios

  • Pedro dice:

    Hola,

    Molt bon post, fa dies que us vaig descubrir i us vaig seguint perquè tinc planejat marxar una temporada a viatjar pel sud-est asiàtic i la veritat és que m’interessen molt els vostres posts 🙂

    La pregunta que us volia fer és que he parlat amb gent que ha estat a Phnom Penh i m’han dit que és una ciutat un pèl insegura, com la resta del país, és veritat això? Tenieu sensació d’inseguretat o és una mala impressió de la gent?

    Gràcies!

  • PasaporteyMochila dice:

    Hola Pedro, gràcies per seguir-nos.
    Pots marxar sense problema, no crec que sigui un problema «greu» el tema de la delinqüència en aquests països. Nosaltres a Cambotja no varem tenir cap problema d’aquest tipus, excepte de la corrupció de les institucions i la policia. A Phnom Penh, estàvem allotjats a un hostel que a la part d´abaix era ple de ladyboys buscant clients i sortíem lliurement sense problemes. Això sí, ens han comentat que hi ha una serie d´individus disfressats de policia que et demana diners…però nosaltres no ens ho hem trobat.
    Un consell bàsic a tot arreu on vagis, has de tenir precaució si portes càmeres o vigilar depèn a quins barris vagis o si hi vas de nit. Per davant de tot, si utilitzes el seny i fas les coses de forma lògica (no mostrar les teves pertinences, diners…) no tindràs problemes segur.
    T’animo a que viatgis sense por i gaudeixi d’aquests indrets, que son increïbles.

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