Después de varios días viajando entre Bolivia y sus bellos parajes, llegamos y tras varias horas de bus a una población llamada Salta. Esta ciudad Argentina con una población de casi 500.000 habitantes, es la más grande, poblada e importante en la zona norte de este gran país.
Lo que más nos llamó la atención, es que llegamos a una ciudad con mucha tendencia europea, llena de tiendas y mercado para poder consumir y donde puedes encontrar casi todo, nos recordaba mucho a nuestras ciudades. Y eso, en parte se agradece después de haber estado tanto tiempo en países cómo Bolivia, que es muy difícil buscar según que cosas para comprar.
Calle comercial de Salta.
En el centro de Salta puedes encontrar largas y pobladas calles comerciales peatonales con tiendas de todo tipo, posee una bella plaza donde tomar algo en las terrazas y lo que más nos gustó son sus templos. Las iglesias son coloridas y con una arquitectura peculiar que no te dejarán indiferente, que rompen con todo lo que hemos visto hasta ahora. Por la noche la iluminación muy cuidada, hacen de estos edificios religiosos un auténtico espectáculo para la vista.
Coloridas iglesias en la población de Salta.
En la plaza central de Salta llamada «9 de julio», hay una cosa que nos llamó la atención y es que puedes cambiar moneda en el mercado «negro». O sea, que hay personas que te hacen un cambio muy bueno (mucho mejor que los bancos) y que deberás negociar entre todos los cambiadores que hay para conseguir el mejor postor. En todo el país Argentino puedes encontrar a estos personajes y a pesar de no ser del todo legal, se permite. Tenéis que tener cuidado, ya que hay muchos cambiadores que comentan que te cuelan billetes falsos, o sea, que sed precavidos.
Posteriormente a Salta, fuimos a Tucumán acompañados por una fantástica pareja Argentina que conocimos en el Hostel de Salta.
Tras unas 20 horas de bus, llegamos a esta población. Es una gran ciudad que prácticamente sólo estuvimos de paso para seguir nuestra ruta. Sólo la pudimos visitar de noche y nos ofreció un precioso espectáculo con una cuidada iluminación de todos sus edificios y templos religiosos también muy coloridos.
Paradas de comida ambulante en la plaza central de Tucumán.
Preciosa y colorida iglesia en Tucumán.
Los poco que vimos de Tucumán nos gustó mucho, pero nos quedamos con muchas ganas para descubrir otros rincones, y sobretodo después de haber conocido mucha gente de Tucumán.