Llegamos a esta ciudad Laosiana que se caracteriza por un famoso templo pre-angkoriano. Su nombre Vat Phu, nos descubre unos edificios en una montaña con piedras que supuestamente quedan sujetas con tronquitos de madera y con una fuente de agua que emite agua bendita. Si queréis descubrirlo, entrad al post, merece la pena.
Junto a nuestros amigos Èlia, Joan i Òscar alquilamos motos de la marca Honda de 100 cc. para poder conocer los alrededores de Pakse.
Lo más famoso de este entorno es unos templos de la época anterior a Angkor Wat pero que conserva su misma arquitectura y elementos. Los ventanales, los portones, las columnas y su marcada línea arquitectónica. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001.
La arquitectura nos recuerda mucho a Angkor. Y aquí también haciendo puzzles.
Llegamos en moto después de unos 40 km de Pakse, allí tienes que pagar 50 céntimos de euro por el aparcamiento y 3 euros por la entrada, sin contratar un transfer interno que hicimos a pie.
Grabados en la roca con pintura.
En la parte inferior encuentras dos edificios un poco abandonados, pero que nos recuerdan mucho a los templos de Angkor. Después de subir una colina por una escarpada escalera llegas a la parte superior donde puedes ver el edificio principal, un templo llamado Lingam de Shiva. El lingam fue una representación del falo de Shiva, que representa energía. De hecho, en todo el recinto encuentras varios elementos con representaciones fálicas.
En este templo principal encuentras un precioso y místico espacio para poder rezar o relajarte con varios budas en su altar.
Templo ubicado en la parte superior.
Rezando en el interior del templo.
Orando en el altar del templo.
Monje a las puertas del templo.
En los alrededores puedes ver varios grabados en piedra en la roca de la montaña. Hay una huella de budha y varias figuras mitológicas.
Las vistas desde la colina son espectaculares. Puedes apreciar todo el complejo en su esplendor y el Valle del Mekong en la lejanía.
Espectaculares vistas desde la colina de todo el recinto.
Algunas curiosidades son unas enormes rocas «supuestamente» se aguantan con tronquitos de madera, aunque evidentemente dudo de su veracidad. Dicen que debajo de una piedra, se forma una cueva donde sale agua, que resulta que es bendita de forma natural.
Dicen que el agua que cae de la montaña es sagrada.
Enorme roca aguantada de troncos de madera.
Huella de budha, grabada en la piedra junto a un elefante.
Después de dar una vuelta por este recinto, tengo que admitir que tal y cómo dicen de los Laosianos, este recinto es mucho más tranquilo que sus hermanos de Angkor. No hay tanto turista, y puede resultar mucho más místico.
Arrozales en la ruta de camino a las ruinas.
Otra foto haciendo el tonto con las motos. ¡Nos divertimos mucho!
Y para acabar, y cómo no, destacar la bondad y amabilidad de la gente de Laos.
¡¡¡OK MAKEY!!!!
Cómo de costumbre, podéis ver más fotos a la derecha del post.